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Arquitectos: OMNO lab
- Área: 50 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Qiwei Wang, Shen Gao
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Proyecto de Observación de las Colmenas se encuentra en medio de las montañas en el municipio de Jieba, ciudad de Shannan, en el techo del mundo en el Tíbet. Originalmente, era un huerto cultivado por los antepasados tibetanos del municipio de Jieba hace 60 años y ahora se ha transformado en un área de forrajeo de abejas.
Nuestro encargo consistió en diseñar un espacio para mostrar la vida de las abejas y ofrecer a los visitantes una experiencia práctica de recolección de miel. Dada la frágil ecología de la meseta de gran altitud, dimos prioridad a la sostenibilidad y a los materiales locales en la elección de estructuras y materiales para minimizar el impacto en el terreno natural. Debido a la intensa radiación ultravioleta y a las escasas precipitaciones características de las regiones de gran altitud, optamos por la madera carbonizada negra resistente a la corrosión como principal material de construcción. El uso del color negro pretendía integrar la estructura en el bosque circundante y, al mismo tiempo, formar un símbolo negro distintivo.
En cuanto al concepto de diseño, nos inspiramos en la arquitectura tradicional de las residencias tibetanas, empleando componentes de madera ligeros y finos para simular la robustez de los muros de ladrillo y piedra. El diseño exterior refleja las formas inclinadas siguiendo con la tradición de la arquitectura. Los paneles exteriores inclinados, en forma de escamas de pez, creaban aberturas para el libre movimiento de las abejas. Esta lógica constructiva con finos elementos de madera pretendía evocar la solidez de la arquitectura tradicional tibetana cuando los visitantes vieran el Proyecto de Observación de la Colmena.
En el interior, nuestro objetivo era crear un ambiente contradictorio, transparente y cerrado a la vez, que recordara a un santuario religioso para abejas. En contraste con la simetría externa, la distribución y funcionalidad internas mostraban una asimetría intencionada. Queríamos que los observadores percibieran la simetría desde la distancia, para descubrir la asimetría interna al entrar. Para el suelo, elegimos ladrillos rojos porosos como material que armonizara con la arquitectura primitiva del campo, y la combinación de colores rojo y negro llamaba la atención sobre la entrada.
En el diseño del tejado, incorporamos elementos de la arquitectura tradicional tibetana, concretamente la estructura de alero de estilo han-tibetano. Los paneles de aluminio desnudo no solo se hicieron eco de los materiales tradicionales usados en el tejado, sino que también mejoraron la difusión de la luz solar mediante formas curvas, garantizando una luz natural más equilibrada en el interior. El proceso de construcción de este proyecto prescindió de los equipos de construcción modernos y contó con la participación de aldeanos y carpinteros locales que, en el transcurso de una semana, montaron la estructura a base de materiales prefabricados, en un esfuerzo de colaboración entre arquitectos, aldeanos locales y carpinteros autóctonos.